Hotel Posada Santa Maria la Real Aguilar de Campóo, Aguilar de Campóo
Acerca del Hotel
La Posada Santa María la Real, ubicada en Aguilar de Campóo, es un antiguo monasterio que ha sido transformado en un elegante hotel. Preserva la esencia de su pasado, destacando elementos románicos. Es ideal para aquellos que buscan explorar la rica historia y cultura de la región.
Ubicación
Situada a 10 minutos a pie de la plaza principal de Aguilar de Campóo, la posada está rodeada de arquitectura medieval. A 85 km de Burgos, ofrece fácil acceso a la belleza natural de la montaña de Palencia y importantes rutas románicas.
Habitaciones
Las habitaciones son de estilo dúplex y presentan características originales como suelos de terracota y vigas de madera. Todas cuentan con baño privado, algunas ofrecen vistas al monasterio. Las comodidades incluyen Wi-Fi, TV satelital y espacios de trabajo adaptables.
Comer y beber
El restaurante 'La Posada' ofrece platillos tradicionales de Castilla y León, elaborados con productos locales. La decoración del comedor incluye materiales nobles y vistas al jardín, creando un ambiente acogedor para los visitantes. También se ofrecen opciones para grupos y menús de degustación.
Ocio y Negocios
La posada cuenta con hermosos jardines que ofrecen un entorno ideal para lectura y descanso. Se dispone de espacios adecuados tanto para celebraciones familiares como para reuniones de trabajo, asegurando un servicio personalizado y profesional.
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Servicios
General
- Prohibido fumar en el territorio
- Wifi
- Aparcamiento
- Se permiten mascotas
- Seguridad 24 horas
- Guarda equipajes
- Cafetería
- Detectores de humo
- Extintores
Actividades y deportes
- Excursionismo
- Equitación
- Bicicletas
- Pesca
Servicios
- Servicios para mascotas
- Tareas de mantenimiento
- Lavandería
- Asistencia en excursiones/ Servicio de entradas
- Bebida bienvenida
Comida
- Restaurante
- Barra de bocadillos
- Bar/ salón
- Almuerzo para llevar
- Menús de dietas especiales
Negocios
- Instalaciones para reuniones/ banquetes
- Fax/fotocopias
Niños
- Cunas
- Juegos de tablero
- Menú especial
- Sala de juegos
SPA y Ocio
- Entretenimiento en directo
- Jardín
- Instalaciones de barbacoa
Habitación
- Calefacción
- Zona de estar
- Terraza
- Mueble de jardín
- Servicio de plancha
Cuarto de baño
- Artículos de baño gratis
- Lavabo
Multimedia
- Televisor LCD
Decoración de la habitación
- Suelo de parquet
Ubicación
Opiniones y Valoraciones
El hotel está muy bien situado, con un ambiente histórico y rutas interesantes para caminar justo desde la puerta. Las habitaciones son agradables y limpias, aunque un poco pequeñas y con mala insonorización. El servicio fue excepcional, con un personal amable y servicial. Aunque la experiencia gastronómica no fue la mejor, teniendo opciones limitadas y un poco caras, la comida en general era deliciosa y satisfactoria. En general, es un lugar valioso, pero definitivamente hay áreas de mejora.
El hotel está en una ubicación impresionante, en un antiguo monasterio que se ha renovado con mucho gusto, manteniendo su carácter. Las habitaciones son únicas, aunque algo peculiares, y el servicio fue excepcionalmente amable. Sin embargo, el desayuno podría ofrecer más opciones y el precio puede parecer un poco elevado comparado con otros lugares similares.
El hotel tiene una ubicación encantadora y ha sido renovado con mucho carácter, lo cual lo hace muy atractivo. Las habitaciones son limpias y cómodas, y decidimos quedarnos una noche extra. Sin embargo, el área de comedor podría mejorar ya que la oferta culinaria fue decepcionante y un poco costosa. En general, es un lugar con un buen ambiente, pero el servicio no siempre fue el mejor.
El hotel tiene una ubicación tranquila y hermosa, en un antiguo monasterio que ha sido restaurado con buen gusto. Las habitaciones son limpias y ordenadas, pero la disposición del dormitorio en el nivel superior puede volverse bastante calurosa para dormir. La atención del personal fue amigable, aunque hubo un pequeño problema con nuestro pedido de comida durante la cena. En general, el lugar ofrece una buena relación calidad-precio, pero la falta de respuesta a las quejas fue un poco decepcionante.
El hotel tiene un encanto especial con su estilo rústico y su ubicación en las montañas. Las habitaciones son pequeñas y básicas, lo que puede sorprender inicialmente, pero todo se siente acogedor. El servicio fue excepcional, con un personal muy amable y dispuesto a ayudar. Sin embargo, la ubicación es un poco remota y el acceso puede ser complicado, y el desayuno, aunque suficiente, no cumplió del todo nuestras expectativas.
El hotel tiene una ubicación ideal, especialmente para llegadas tardías o salidas tempranas, y ha sido renovado con mucho carácter. El servicio fue increíble y se esforzaron mucho por atendernos, aunque hubo un pequeño error en nuestro pedido de cena. En general, la experiencia valió la pena, pero hay algunas áreas que podrían mejorar.
El hotel tiene un ambiente único, ya que está en un antiguo monasterio que ha sido muy bien renovado, con un estilo característico. Las habitaciones son limpias y cómodas, aunque un poco pequeñas y con un diseño peculiar que puede no ser ideal para todos. El servicio fue excelente y muy amable, aunque la ubicación puede ser un poco aislada. En general, una buena relación calidad-precio a pesar de algunos detalles menores.
El hotel tiene una ubicación conveniente cerca de la autopista y a solo 100 km de Santander, lo que facilita la llegada. Las habitaciones son únicas y acogedoras, aunque un poco pequeñas. El personal es muy amable y servicial, lo que hace que la estancia sea agradable. Sin embargo, la experiencia de cena podría haber sido mejor, ya que las opciones eran limitadas para las comidas. En general, es un buen lugar para quedarse si buscas un pousto con carácter y encanto.
El hotel se encuentra en un lugar encantador y tranquilo, ya que está en un monasterio convertido, lo que le da un aire de paz y belleza. Las habitaciones son limpias y cómodas, aunque un poco pequeñas. El personal fue muy amable y servicial, lo que hizo que nuestra estancia fuera muy agradable. Sin embargo, la experiencia gastronómica podría mejorar con más opciones para el desayuno. A pesar de algunos inconvenientes, definitivamente se puede considerar una buena relación calidad-precio.
El hotel tiene una ubicación ideal en la orilla sur de los Picos, perfecto para llegadas tardías o salidas tempranas. Las habitaciones eran un poco pequeñas pero limpias y cómodas. El personal fue extremadamente amable y comprensivo. Sin embargo, la calidad de la comida dejó un poco que desear y no había muchas opciones disponibles. En general, una experiencia bastante buena, aunque con algunos aspectos a mejorar.
El hotel tiene una ubicación impresionante, ya que es un antiguo monasterio que conserva su encanto histórico y está rodeado de belleza natural. Las habitaciones son únicas y ofrecen vistas agradables, aunque pueden resultar un poco calurosas. El servicio fue excepcionalmente amable y atento. En cuanto a la comida, disfruté de platos deliciosos, especialmente de la tortilla. Sin embargo, es un poco incómodo tener que subir escaleras para acceder a las camas en las habitaciones, y podrían mejorar la ventilación.
El hotel tiene una ubicación excelente en un monasterio restaurado, perfecto para explorar la historia de la zona. Las habitaciones son limpias y cómodas, aunque es importante tener en cuenta que el acceso a las camas es por escaleras empinadas, lo que podría no ser ideal para todos. El personal es muy amigable y atento, especialmente con las necesidades dietéticas de mi esposo. Sin embargo, la experiencia gastronómica podría ser más variada.
El hotel tiene una ubicación bastante singular, ya que está en un monasterio restaurado y es conveniente para quienes llegan desde Portsmouth. Las habitaciones son únicas pero un poco calurosas, lo que puede ser incómodo para dormir. El personal fue amable y comprensivo, especialmente con las restricciones dietéticas de mi esposo. En general, fue una experiencia interesante, aunque algo contrariada por la disposición de las habitaciones.
El hotel tiene una ubicación brillante, en un antiguo convento que ha sido muy bien renovado, conservando su carácter. Las habitaciones son pequeñas y un poco peculiares, ya que tienen las camas en un altillo, lo que puede resultar un poco extraño. El servicio es atento y acogedor, ofreciendo una cena fantástica y un buen desayuno. Sin embargo, las habitaciones no son muy insonorizadas, lo que puede ser un inconveniente para algunos.
El hotel se encuentra en una ubicación impresionante, dentro de un monasterio histórico que es tranquilo y hermoso. Las habitaciones son pequeñas y el sistema de aire acondicionado no funcionaba muy bien, lo que las hacía un poco calurosas. Aunque la comida es variada y hay opciones para celíacos, el personal no siempre respondía a las quejas adecuadamente. En general, es un lugar encantador, pero hay aspectos que podrían mejorar.